"ESTA VEZ NO ES IGUAL, DE ESTA SALIMOS"

Sólo detrás de Japón, Grecia, Italia y Singapur, España es ya la quinta economía más endeudada del mundo con una deuda pública sobre PIB del 120%.

En un futuro no muy lejano, será con Francia el país que lidere las nuevas emisiones de deuda soberana. Ha crecido en el tercer trimestre de 2021 en 7.537 millones de euros y se sitúa en 1.432.228 millones. Sin embrago, no es ni la primera vez que nuestro país atraviesa una situación similar, la Guerra de Cuba nos llevó a estar en una situación parecida. Por eso es conveniente que nos fijemos en los datos históricos para poder actuar y saber que viene. 

Hay dos formas de reducir el peso de la deuda pública o soberana sobre el valor de lo producido en un año por una economía : el PIB. La primera forma y más convencional hasta el punto de llamarla ortodoxa, consiste en lograr tasas de crecimiento económico positivo en un periodo de tiempo prolongado tras el golpe o “shock” que desató la deuda. Durante esos años de crecimiento, las finanzas públicas tienen una situación de superávit primarios, esto es, la resta entre los gastos corrientes de un país y su recaudación de impuestos, que resulta positiva. La diferencia entre el superávit primario y el “ahorro público” es que en este segundo se incluyen los gastos por pago de intereses asociados a la deuda no devuelta. Los Estados pueden tomar decisiones sobre lo que gastan y sobre lo que recaudan pero no sobre los intereses que pagan por la deuda ya no depende de su voluntad sino de la deuda “viva” y de los intereses “pactados” cuando se emitió. La segunda vía para salir de un nivel agobiante de deuda pública sobre el PIB es la vía que se llama heterodoxa, y puede combinar la reestructuración de la deuda (cambiar deuda a corto plazo por deuda a largo plazo), generar inflación para reducir el valor real de la deuda o tomar medidas de “represión financiera” para mantener bajos los tipos de interés.

En el último siglo hubieron dos casos de éxito, el endeudamiento en las potencias occidentales por el encadenamiento de la I Guerra Mundial y la Gran Depresión. Las economías lograron reducir la deuda del 74,1% al 58,5% del PIB. El segundo caso, es el endeudamiento ocasionado por la II Guerra Mundial. Redujeron los niveles de deuda desde el 116% en 1946 hasta el 24% en 1975. En el primer caso hubieron tres sucesos relevantes, el primero el de la disciplina fiscal de los países endeudados, el segundo unos niveles de crecimiento económico superiores a los tipos de interés durante los “locos años veinte” y el tercero pero no menos importante, la cancelación de la deuda norteamericana a las potencias europeas a partir de 1934. (Condonación).

La reducción de la deuda respecto al PIB tras la II Guerra Mundial tuvo estrategias más heterodoxas. Se establecieron límites a los tipos de interés, se aumentaron las reservas en los bancos y se usaron para la financiación pública, y la inflación aumentó. Solo hasta el punto en el que se estabilizaran los tipos de interés. Todo ello favoreció la inversión y alcanzar tasas de crecimiento económico superiores a los tipos de interés y tan importantes como para explicar el 75 % del total de la reducción del ratio entre deuda pública y PIB.

En definitiva, los picos de endeudamiento han sido superados históricamente. Por eso, debemos analizar los problemas económicos y estudiar el pasado, para saber cómo actuar y hacerlo.


Referencias Bibliográficas:


Comentarios

  1. Una noticia muy interesante y con mucha razón! Habéis hecho muy buen trabajo chicas

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