TRATADO DE VERSALLES, DESENGAÑO ECONÓMICO
El 11 de noviembre de 1918 se silenciaron fusiles en las trincheras europeas. El Tratado de Versalles se firmó en 1919, unos meses después del final de la Primera Guerra Mundial, con importantes implicaciones y consecuencias financieras.
Después de cuatro años catastróficos de desastres humanos, el mundo ha experimentado una gran transformación económica. El comercio internacional colapsó como consecuencia del conflicto que afectó las relaciones comerciales entre Alemania y sus aliados. En este sentido, es claro que la Primera Guerra Mundial había potenciado el nacionalismo económico.
En los países de libre comercio, los gobiernos regulaban la economía, influyendo en los precios y decidiendo cómo asignar los recursos. Los esfuerzos del estado se dirigen hacia la producción de armas, lo que creó la industria pesada.
Además, la participación en los conflictos de la Primera Guerra Mundial tuvo un impacto significativo en la economía. El país decidió utilizar sus reservas de oro para adquirir armas de guerra. Y a la vez, se aumentaba el flujo dinero en circulación. Como resultado, Europa experimentó una alta inflación. A medida que el mundo avanzaba hacia la industria de los desechos, había una necesidad urgente de pasar a una economía de paz. Específicamente, el Tratado de Versalles tenía como objetivo abordar las implicaciones laborales y económicas de la Primera Guerra Mundial.
Antes de la guerra, Alemania y Gran Bretaña lucharon por convertirse en grandes potencias tanto política como económicamente. Sin embargo, la guerra hizo que Gran Bretaña perdiera el rango más alto del mundo frente a Estados Unidos.
Muchos países le debían dinero a los Estados Unidos a medida que los estadounidenses expandían sus negocios y prestaban dinero para financiar la guerra . En 1914, Estados Unidos debía a otros países 3.700 millones de dólares, pero la era de la posguerra fue completamente diferente. Es decir, en 1919 fue un total de $3 mil millones lo que debían a los estadounidenses. Y solo Nueva York puede otorgar préstamos a largo plazo.
Es cierto que el Tratado de Versalles fracasó en la política y economía, pero también mejoró los derechos de los trabajadores. En este sentido, se hicieron importantes progresos en cuanto al trabajo: se redujo la duración de las jornadas laborales (8 horas diarias), impusieron descansos semanales, dignos sueldos, dejaron de trabajar los niños, así como mas igualdad en los salarios entre hombres y mujeres.
Se produjo el crecimiento de la economía estadounidense y su moneda, el dólar, se convirtió en la única divisa que tenía capacidad de convertirse en oro. Además, la libra no es una moneda convertible en oro. Pero el Tratado de Versalles, firmado en 1919, fue un verdadero fracaso político y económico. No se había elaborado ninguna política de lo que debe cumplir el nuevo orden económico mundial.
Alemania, que perdió gran parte de su territorio y perdió su imperio colonial, tuvo que asumir los costos económicos de la guerra. Las reparaciones que los Aliados impusieron a Alemania ascendía a 132.000 millones de marcos oro (que ahora son unos 642.000 millones de dólares). Esa cantidad era muy valiosa. Alemania no solo fue sentenciada a reparaciones de guerra astronómicas, sino que también fue despojada de su flota mercante. Alemania, incapaz de pagar las reparaciones de guerra, se declaró incapaz de hacer pagos. En respuesta, las tropas francesas ocuparon el área industrial del Ruhr. En un momento de gran inflación, hambre y conflictividad social, se proporcionó el material para la difusión de ideologías totalitarias como el Nacional Socialismo.
Imponer condiciones tan duras a la fuerza económica de la unidad alemana tuvo el efecto contrario. Esto significa que un alemán con buena salud económica podría facilitar la recuperación de la economía europea. Precisamente, el célebre economista John Maynard Keynes, que formó parte de la delegación británica en Versalles, advirtió del grave error de imponer sanciones tan severas a Alemania. Desafortunadamente, los comentarios de Keynes fueron ignorados y el descontento economista británico decidió dejar su puesto en el Comité de Negociación de Versalles.
Referencias Bibliográficas:
Wouu! Súper interesante
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